lunes, 30 de julio de 2007

¡TODO PARA LOS VICTIMARIOS!

Aún no esta claro que es lo que buscan los paramilitares presionando para que se les aplique el delito de sedición. Lo más probable es que el ser asimilados a autores de un delito político les reporte alguna clase de beneficio: seguramente una todavía más sustancial disminución del tiempo que pasaran en la cárcel o una base legal para su futura participación en política.

Sin embargo, lo preocupante en este asunto no es tanto que los paramilitares busquen caminos para eludir responsabilidades y salir incólumes de cualquier tipo de castigo judicial. Eso es apenas obvio. Lo verdaderamente preocupante –y repudiable- es que el gobierno, con el presidente a la cabeza, se muestre tan afanado por seguirles el juego; y que, con tanto vigor, lidere personalmente una campaña para hacer realidad los propósitos “paras”.


Un Presidente que se ha mostrado tan cerrado al acuerdo humanitario, que ha hecho oídos sordos hacia las familias de los secuestrados, que ha negado cualquier tipo de despeje de territorio o cualquier iniciativa legal para facilitar la liberación de los secuestrados; un Presidente así, asume ahora el liderazgo para asacar adelante una ley cortada a la justa medida de lo que quieren los paramilitares. ¡Nada para las victimas o sus familias, todo para los victimarios!



El pretexto es la paz. Pero el precio que los “paras” están cobrando por “desmovilizarse” es la total impunidad. Pero esta paz no es más que el silencio y el olvido para las victimas. No es el sometimiento a la justicia sino el sometimiento de la justicia: sometimiento voluntario, promovido desde las más altas esferas estatales.



Es vergonzoso que el Presidente de la República se convierta en el adalid del gran sueño de los “paras”: “dejar las armas” y volver tranquilos a sus fincas a disfrutar del botín de la guerra (y del narcotráfico). Es vergonzoso que mientras anuncia no despejar “ni un milímetro” para que los secuestrados (la mayoría de los cuales fueron secuestrados mientras le servían al país) puedan volver, al mismo tiempo intenta despejar la justicia y las leyes para que los hombres de las motosierras, las masacres y las fosas comunes puedan quedar en la impunidad.



Que los “paras” busquen esto es apenas normal; que se lo queramos dar, y con tanto ahínco como el mostrado por el Presidente, eso es lo que está mal.



El Presidente (y el gobierno) no debería anunciar que liderará la búsqueda de un consenso nacional para sacar adelante algo con un objetivo tan oscuro; no debería dedicar los esfuerzos institucionales a “pordebajiar” la justicia ante los paramilitares; no debería chocar con las altas Cortes en la defensa de algo tan repudiable. El Presidente (y el gobierno) debería(n) dedicar sus esfuerzos a conseguir lo que prometieron y es su obligación: paz, justicia y reparación.


1 comentario:

Pierkey dijo...

ESa al parecer es la intención de esa corriente ideológica y política que ahora se encuentra en el poder, todo para ellos ( si hilamos fino,podemos suponer que los paras obtienen tantas prebendas porque estan en el poder, indirecta o directamente). es vergonzoso que el presidente si entre en actividad ferviente para evitar un a desicion que perjudique a los paras pero no le importe ser ágil para que se aclare quien mato a Yolanda Izquierdo (aunque podemos suponer quien fue) o para reprender a su bancada por no haber ido a la presentación de las víctimas de la violencia en el congreso.
En relación a tu amable comentario, te aclaro que la idea no era minimizar la muerte de los diputados, es a todas luces un episodio doloroso, lo que junto con mi colaborador queríamos hacer ver era que existía un intento de manipulación mediatica y gubernamental para usar la situación en favor de los intereses mezquinos del ciudadano Uribe.

Saludos y seguimos en contacto